L a P r I M e r H O r A

"Café Filotrópico"


-Consediérale un deseo
-Sería lindo me imagino
-Imagina usted muy bien
-…cargado de insinuaciones, me vería forzado a despedirlo
-No cuente con eso, aún soy muy joven
-El futurismo le llegó a todos
-Viese usted como difiero, yo aún sigo en plena fotosíntesis
-No me tome el pelo, pídame un cortado
-Valga de nada, como siempre
-Pídame un cortado
-No se ponga rabioso, me siento en otro lado
-Espacio hay de sobra, lo mismo lo escucharía magullar
-¿Se cansa de mis amigos?
-Sólo de su compañía. ¿Sabe usted que el presidente decide emplear niños para el mercado de contienda? Todos sanitos, se los controla para que no haya problema. Uno vale euros, el otro la mitad y así sucesivamente.
-Siempre le envidié la capacidad para la economía internacional
-Patrañas. Es cuestión de estar enterado
-Yo sólo me entero por completo
-No juegue
-Enserio, el otro día me enteré medias y no me dejaban salir de la estación, decían que rompía con las leyes y para volver tenía que enterarme del todo o exiliarme en una nueva física, una paralela si me entiende.
-Lo entiendo perfectamente ¡Pero es que no deja de multiplicarse!
-Si ya tomé el café, así ya todos satisfechos
-Y quién pagará la cuenta
-Qué importa si somos muchos, vamos ¡haga economía radial! ¿Cuánto puede salirnos?
-Centavos. Me inclino incluso por pensar aún que nada…
-Sabias palabras ¿No estará usted dudando?
-Perfectamente claro. Hace un tiempo vengo pensando en el tema, retirarme en silencio. Dar de alta la condición de humanoide. Más me valdría volver al estado vegetativo, untarme algo de barro, ya sabe, cambiar de aires.
-No me venga con eso que ya lo charlamos, no nos saque de quicio. El aviador sigue en la puerta. No deja de mirar la cerradura. No se qué está esperando, quizás lo dejaran sobrio y se volviera loco.
-Han habido muchos despidos, sin alcohol es difícil pilotear, se es consciente del peligro y se entra en pánic-atack. Yo lo supe de cuando era mesero.
-Si si claro
-Los platos, las camas, todo daba vuelta, un asco realmente. En esos tiempos con unas rayitas alcanzaba para mantener la cordura pero a veces era difícil vio. El déficit institucional, recorte de presupuesto, nos daban pa una rayita por día, y con eso no alcanzaba. El resto del tiempo hacíamos de cuenta que el efecto seguía o nos manteníamos con el recuerdo cual si fuera realidad. Alguno probaban cafeína en polvo pero…
-No se compara. Sí, eran tiempos difíciles, ahora escasea la sociedad. La virginidad es un problema en estos días. Dentro de poco sólo quedarán los vagabundos para contarnos la historia de nuestra patria, pensaremos que están locos y nadie los escuchará.
-¿Pero ellos sabrán la verdad, dice?
-Tendrán la posta.
-Claro claro, comparto. Veo que se unificó, me parece más coherente.
-Gracias.